Su historia es esta: Sadako tenía apenas dos años cuando la bomba de Hiroshima cayó, ella y su familia vivían a menos de 2km de la zona cero de deflagración por lo que su casa no sufrió tanto daños pero ninguno de sus habitantes se salvó de la radiación. 9 años después, cuando tenía 11, Sadako vió cómo su vida cambiaba, pasó de ser una chica fuerte y atlética a tener problemas graves de salud. Lo que no sabía aún era que sufría leucemia (conocida entonces como "enfermedad de la bomba A").
Estando en el hospital ingresada su mejor amiga, Chizuko, le visitó y le propuso intentar hacer 1000 grullas de papel ya que, según la tradición "a quien haga 1000 grullas de papel se le concederá un deseo". El problema de Sadako era que no sabía hacer grullas. Así que Chizuko le enseñó como hacerlas, usando un papel dorado que llebaba encima. De esta forma, Sadako obtuvo la que sería la primera grulla de su colección.
Dias, semanas y meses pasaron y Sadako no dejó de hacer grullas más que cuando se encontraba muy mal porque su deseo no era pedir su propia curación, su deseo era pedir que el esfuerzo que iba a hacer sirviera para traer la paz y la curación a todas las víctimas del mundo.
Sin embargo, Sadako no pudo llegar a pedir su deseo ni verlo cumplirse, ya que tras 14 meses ingresada en el hospital, cuando apenas tenía 12 años, murió de leucemia. Hasta entonces sólo fue capaz de hacer 644 grullas. En recuerdo de Sadako, sus amigos y familiares decidieron hacer las grullas que le quedaron para llegar a las 1000 y así poder pedir el deseo por ella.
Finalmente, en 1958, 3 años después de la muerte de Sadako, se construyó en el Parque de la Paz de Hiroshima un monumento en memoria de Sadako y por la Paz Mundial que representa a la propia Sadako sosteniendo en sus manos una grulla dorada (como la que Chizuko le hizo a ella, como su primera grulla). En la base del monumento está escrito: «Este es nuestro grito, esta es nuestra plegaria: paz en el mundo».
Foto del monumento a Sadako en Hisorshima |
Es por eso que yo, desde aquí, quiero mandar un par de grullitas de Hiroshima de camino a Japón para pedir mi deseo: que no haya más catástrofes naturales en el mundo. Nunca más un Japón, ni un Haití, ni un Katrina ni un Indonesia.
Mis grullitas |
5 comentarios:
la historia es preciosa, con un final bastante triste, pero los japoneses no son como los europeos, no quierne olvidar todo lo que paso, de hecho en Hiroshima se conservan bastante cosas después de la bomba, por ejemplo hay una escalera que conserva la sombra de un hombre sentado que se volatilizó cuando el impacto y varios edificios bastante destruido (espero que no habitables)
Sip, es una pena que acabase así, porque habría sido muy bonito si Sadako hubiese podido superar el cáncer y terminar las grullas ella por su cuenta. Me alegra (en cierto modo) que los japoneses no quieran olvidar lo que pasó, es triste, pero ha pasado y ya no podemos hacer nada. Mientras tanto, el resto del muno parece creer que si no hablas de ello, no ha pasado y que así es mejor...
Me gustaría ir a Hiroshima alguna vez en mi vida (bueno, a todo Japón, pero Hiroshima me atrae mucho más por toda la histori que tiene).
la historia es bonita, una pena que no terminase de hacer las grullas
una cosa, en la foto parece que el monumento esta en buenas condiciones, ponene eso en España y no dura ni tres dias sin un graffiti
Cris
PD: Isa he intentado hacerme una cuenta de google, pero lo he dejado, no me apetece darle mi numero de movil al google (si yo soy asi)
Ya, lo sé. Eso aquí no aguanta ni 3 telediarios. Eso si, en Dinamarca ya le hubisen hecho de todo, como a la escultura de "La Sirenita".
Pues yo no les he dado mi móvil, creo que no es obligatorio...
yo tengo una prueba y el libro me gusto muxo muxo muxo aunque como dice otro el final igual es triste
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