El argumento es muy simple. Tras una relación algo complicada, Clementine (Kate Winslet) decide borrar de su mente todo recuerdo de Joel (Jim Carrey). Cuando Joel se enteraa, decide hacer lo propio para evitar el dolor de ser ignorado por alguien a quien ha amado. El problema viene cuando, mientras se somete al tratamiento, descubre que por nada del mundo quiere olvidarse de Clementine.
Como nunca he sido muy fan de Jim Carrey, su sóla presencia en esta película es más que suficiente para que no me apetezca nada verla. Simplemente leo su nombre y me imagino dos horas interminables de caretos y gestos super exagerados que intentan hacer reir al espectador, sin conseguirlo (en muchos casos). Pero la presencia de Kate Winslet merece la pena el "sufrimiento" que, al final, resulta que no existía :)
La película merece mucho la pena. No sólo porque cuenta una historia de amor normal pero original, si no porque visualmente es preciosa (vale, el peinado de ella es más bien cutre) pero el contraste de colores hace de la imagen algo fuera de lo normal, pues alegra la vista y, aunque la historia sea triste, la imagen es casi feliz (supongo que es lo que intentaba crear el director, el contraste entre lo que pasa en la escena y lo que en realidad se quiere transmitir).
Además, los actores están geniales. Jim Carrey ha conseguido una actuación muy muy conservadora, justo lo que necesita su personaje (que es algo soso y reservado) y Kate Winslet está magnífica como siempre.
Espero que paseis una muy feliz navidad!!!
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