Aloha!!! Sé que hace muchos días que no escribo nada, pero es que mi portátil decidió dejarme tirada y me ha costado una semana recuperarle...
Así que ahora me va a tocar darme el atracón con las cosas atrasadas que tengo que comentaros (y, para qué os voy a engañar, no lo voy a hacer porque soy muy vaga).
Lo que sí, es que durante estos días "solita" me ha dado tiempo a avanzar más en algunas series, lo suficiente para cogerles el punto y decidir si merece la pena comentarlas o no, y como no me resisto a libro, película o serie que se apellide "terror", esta cayó de lleno.
Ahora paso a intentar explicaros de qué va este bicho raro televisivo.
La serie nos narra la extraña situación de la familia Harmon. El padre, Ben (interpretado por el abogado más conocido de la televisión, Dylan McDermott) es un renombrado psiquiatra que mantiene una aventura con una alumna de la universidad. Un día, su mujer, Vivien (interpretada por Connie Britton) le descubre, lo que unido a un aborto natural que sufrió hace un tiempo, la hunde psicológicamente. Para superar la crisis familiar, el matrimonio y su hija Violet (Taissa Farmiga) deciden mudarse de Boston a Los Ángeles. El problema es que, la casa de sus sueños, es una especie de mansión encantada que se dedica a provocar la muerte de todos sus inquilinos y que está constantemente llena de gente con actitud sospechosa como la vecina (interpretada por Jessica Lange, espléndida, por cierto) y su hija con síndrome de Down (cuya diversión se basa en advertir a diestro y siniestro de su futura muerte dentro de la casa y/o colarse dentro de esta) o la extraña criada, Moira (Frances Conroy, la adorada señora Fisher de "A dos metros bajo tierra"), que de primeras se autocontrata porque "ella siempre ha sido el ama de llaves de esa casa" y que para más inri, resulta ser una señora mayor a la que Ben ve como a una chica joven bastante atractiva y salidorra (para qué engañarnos, si está siempre deseando quitarse ese cacho de tela al que llama uniforme).
No quiero contaros más porque la gracia de la serie estuvo, en un principio, en que se desconocía el argumento, lo que hizo que el interés general aumentase. Sin embargo siempre se ha sabido que iba a ser el estreno estrella de la temporada y así ha sido. Aunque sobra decir que no es producto apto para todo el mundo.
Para mí, el capítulo piloto fue más raro que un perro verde. Para qué engañarnos, no me enteré de nada más que de las referencias a películas o series de terror anteriores. De echo, creo que es una de las cosas que mejor han sabido hacer los guionistas, productores y directores de la serie, los múltiples guiños a otros productos sin que su abundancia resulte pesada o transmita la sensación de plagio. Por otro lado, tampoco le vamos a quitar mérito ya que la serie mejora capítulo tras capítulo y merece la pena darle una segunda oportunidad porque poco a poco se nos van aclarando cosas.
Puestos a sacarle un fallo a la serie, yo destacaría la dificultad de sentirse identificado con los personajes. Sea por lo que sea, ninguno de los personajes llega a caerte bien del todo porque tienen un lado muy oscuro que, aunque no siempre es el que predomina, sólo hace que estés constantemente con la mosca detrás de la oreja.
Para los interesados, Fox la estrena el lunes que viene ;)
Batir la mantequilla y el azúcar hasta que esté cremoso. Añadir el huevo y seguir batiendo. Tamizar la harina, la levadura y la sal y mezclar con la masa. Desmenuzar el turrón y mezclarlo un poco con la masa (para que se queden trozos y no se deshaga). Precalentar el horno a 170ºC y, mientras se calienta, ir formando bolas del tamaño de una pelota de golf con la masa. Disponer sobre la bandeja de horno (con papel sulfurizado o lámina de silicona para que no se pegue). Hornear durante 20 minutos (no asustarse del color oscurito de la galleta, que es por el azúcar).
